Fundador

Un 22 de Mayo de 1985, Antonio Martínez Belenguer fundaba el restaurante El Gastrónomo, pero este proyecto se gestaría mucho antes y durante una larga carrera de sacrificio y aprendizaje.

Nacido en Valencia en 1949, en una humilde familia, soldador desde los diez años, fue a los dieciséis cuando entró en el mundo de la hostelería como aprendiz en el restaurante Los Madriles (Valencia) con Pablo Martínez. "Con Pablo aprendí la ilusión en el trabajo, la importancia de hacer las cosas bien hechas y me inculcó que el cliente debe salir satisfecho siempre."

A partir de ahí empezó toda una andadura por los mejores restaurantes de la época en la Comunidad Valenciana: marisquería Sol y Sombra (67), hotel El Montíboli (68), el primer hotel de lujo de la Costa Blanca. Fue aquí donde tuvo su gran maestro, Pedro Pérez y donde vivió lo que él llamaba su época dorada, tanto por todo lo que aprendió, como lo que vivió, así como lo seducido que se sintió por esas tierras. "Pedro Pérez ha sido un maestro excelente, siempre buscando la superación con gran fuerza de voluntad y transmitiendo exigencias e ilusiones. Fue mi punto de referencia en el comedor."

Después del Montíboli pasó a Viveros (70), hotel Sidi San Juan de Alicante (73), restaurante Bravísimo de Benidorm (74), hotel Sidi Saler de Valencia (75), hotel Azafata (78) donde conoció a José Antonio Balastegui, a quien invitaría a sumarse al proyecto, son algunos de los ejemplos. Es en 1979, por fin, cuando se independiza en forma de cervecería Alicante, también en la Avenida Primado Reig, mientras continúa madurando su proyecto, que aún tardaría seis años más en concretarse.

Y es aquí, en El Gastrónomo, donde este enamorado de la hostelería, tenaz y constante en su oficio, logra su sueño y empieza a aflorar todo lo absorbido hasta el momento, elaborando con gran ilusión una oferta de cocina clásica internacional combinada con la mejor cocina regional.

Antonio Martínez Belenguer falleció en Noviembre de 2004; pero hoy día todavía se respira ese espíritu que solo el pasar del tiempo otorga a los grandes restaurantes de una ciudad. Algunas cosas han cambiado durante los últimos años, pero con el respeto del que restaura piezas antiguas para que sigan luciendo como joyas contemporáneas.